SEMANA SANTA CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y QUILOMBOLAS

Misioneros

Con ocasión de la Semana Santa y en preparación a la Pascua del Señor, del 13 al 20 de abril de 2025, la Conferencia de Religiosos de Brasil/Minas propuso a los Religiosos de la Regional una Semana Misionera en la Diócesis de Araçuaí/MG, con los Pueblos Indígenas y Quilombolas. Marlene Silva y la Novicia Êmilli Silva participaron de esta ocasión especial.

La semana comenzó con la Procesión de las Palmas por la mañana, desde las orillas del río Araçuaí, seguida de la Santa Misa en la Catedral de Araçuaí, presidida por Dom Geraldo Maia, Obispo de la Diócesis. Con la bendición, los misioneros fueron enviados a las parroquias y comunidades de la diócesis.

Durante la semana, la misión se realizó con la gente, a través de visitas a las familias, oraciones por los enfermos, encuentros con los jóvenes, momentos de reflexión, Vía Crucis y celebraciones, especialmente del Triduo Pascual, en las comunidades. Fue hermoso contemplar la fe de la gente, que incluso ante las dificultades, las distancias, los difíciles desplazamientos, la falta de misas y de Eucaristía, permanece firme y confiada en la gracia de Dios que la acompaña.

De regreso a Araçuaí, los misioneros pasearon por el mercado de la ciudad, el sábado por la mañana temprano, y se encontraron con muchas personas que habían venido del campo para vender los frutos de su trabajo. A continuación, los misioneros se reunieron con el Obispo en el Centro Diocesano, donde se alojaban, para compartir su experiencia misionera. Por la tarde, con motivo del Día de los Pueblos Indígenas, el 19 de abril, se reunieron con representantes de las etnias Aranã Caboclo, Aranã Índio y Canoeiro Maxakali para conversar, escuchar y compartir sobre sus culturas, desafíos y luchas. Como hito, plantaron un plantón de árbol en el jardín del Centro Diocesano. Por la noche, participaron en la Vigilia Pascual en la Catedral de Araçuaí.

El domingo de Pascua, los misioneros celebraron la Resurrección del Señor con el pueblo de Araçuaí y por la tarde visitaron la aldea del pueblo Pankararu/Pataxó, escuchando, apoyando y apreciando su cultura indígena.

Con el corazón ardiente de amor por la experiencia misionera, llenos de aprendizaje y con la certeza de que Dios mira con amor a cada uno de sus hijos e hijas, regresaron a Belo Horizonte.