Carisma

El Carisma es un don de Dios para el cumplimiento de una Misión, y vivido con el corazón construye la riqueza de la Iglesia. La Fundadora Madre María de Jesús, en su encuentro personal con el Señor, recibió de Él este Don gratuito; lo compartió y convivió con sus primeras compañeras, manteniéndolo como un Proyecto de Vida que vigora hasta hoy.

Bajo el impulso del Espíritu de Dios y del “corazón de fuego y ganas de hierro” de la Madre María de Jesús, la Congregación ha asumido durante los tiempos el sueño misionero de la Fundadora como un don y compromiso por el bien de la Iglesia y de la humanidad y se compromete cada día con la experiencia de su Carisma.

Elegidas por Dios

La Religiosa Misionera de Nossa Senhora das Dores es una persona amada y elegida por Dios. Apasionada por la vida y consciente de su potencial humano, acoge al diferente en su alteridad. En actitud constante de aprendiz, hace de su existencia un signo profético de esperanza, gratuidad y defensa de la vida.

Se entrega totalmente a Dios, el Absoluto de su vida. En oblatividad, da testimonio de la alegría de estar consagrada en la continuación de Jesucristo. Fiel a la Palabra hace de su consagración un don para la Iglesia y el crecimiento del Reino.

Envuelta por el Dios Trinitario, construye una fraternidad misionera a través de relaciones inclusivas y circulares, en un proceso constante de conversión. Ejercita la capacidad de convivencia, en un esfuerzo por dar testimonio de la caridad evangélica. Abierta a la comunión eclesial y social, asume el compromiso por una sociedad justa y solidaria en defensa de la vida.

Como María junto a la Cruz, participa con valentía en el misterio de la Redención. Retrata en su vida las virtudes de la sencillez, la humildad, la caridad, el celo y la acogida, expresión de la espiritualidad Mariana. Inspirada en fuentes ignacianas, cultiva el discernimiento en la búsqueda de la voluntad de Dios de todo amar y servir. En la experiencia profunda de la entrega total, se solidariza con los dolores y sufrimientos de la humanidad.

En defensa de la vida juvenil

Impulsada por el Espíritu Santo, fiel a la herencia carismática de la Madre María de Jesús, se compromete con valentía a defender la vida de la Juventud Crucificada, carente de educación integral y evangelización. Carisma específico de su vocación.

Convencida de su vocación misionera, emprende el camino de la misión, se atreve a cruzar fronteras y se convierte en hermana de otros pueblos. Abierta a la novedad del Espíritu, a los signos de los tiempos e insertada en el pueblo de Dios, sirve a los pobres como primeros interlocutores de su acción evangelizadora. En comunión con la Iglesia, en alianza con Laicos y con Instituciones Misioneras, asume el anuncio del Evangelio, denuncia la injusticia, la exclusión y construye caminos de resurrección.

Las Religiosas buscan, mediante la oración y el discernimiento constante, mantener vivo el Carisma Congregacional, reinterpretándolo en la perspectiva actual, manteniendo la fidelidad, la creatividad y la audacia, poniéndole énfasis a las intenciones iniciales de la Fundadora Madre María de Jesús.