Con la gracia de Dios y la protección de Nuestra Señora de los Dolores y da Liberación, fuimos enviados en Misión en el Bajo Rio Blanco/ Diócesis de Roraima, en el período de 15 de septiembre a 8 de octubre.
Con alegría y disposición, navegamos rumbo a las Comunidades Riberanas, situadas a lo largo del Rio Blanco, Rio Negro, Rio Amazonas entre otros. En algunas de ellas, fueron necesarios cerca de 2 a 3 días para llegar. Fuimos hasta la Diócesis de San Gabriel de la Cascada. ¡De ese modo, durante los 22 días, nuestra casa fue el barco! Así, tuvimos la gracia de hacer las oraciones matutinas y ¡celebrar la Eucaristía todos los días!
¡Anunciar el Evangelio de forma inculturada y abierta al Ecumenismo! Nos alegramos siempre con la receptividad de todas las personas y con fuerte interpelación de apoyar esos pueblos que de cierta forma, ¡se encuentran en abandono socio-religioso debido al difícil acceso!
En general, la presencia mayor se da con protestantes, sobre todo de la Asamblea de Dios y Adventista. La Iglesia Católica de Roraima consigue establecer un fuerte diálogo inter-religioso lo que favorece siempre la realización de un bonito trabajo. ¡Lo que nos encantó fue la posibilidad que tuvimos de celebrar las maravillas de Dios de forma compartida con una Comunidad predominantemente protestante!
Así, durante la travesía de los Ríos, realizamos actividades formativas para Líderes en la perspectiva de la Iniciación a la Vida Cristiana, visitas a las familias, escucha, ceremonias de Matrimonio, Bautismo, Fiesta de los Patronos, juegos, entre otras.
Vimos e oímos muchos relatos que nos llevaron a entender los muchos desafíos enfrentados por las Comunidades Riberanas. ¡Entre otros, la ausencia de la Igreja Católica! Percibimos que esa asistencia se muestra necesaria para ayudar en la afirmación de la Identidad Cristiana Católica. De la misma forma, ¡es notoria la falta de Asistencia Médica, Educación, Transporte y Seguridad!
Como Equipo, vivenciamos grandes descubrimientos. La realidad Amazónica nos da uma lección que debemos transmitir, la “sabiduría de los pueblos”, la diversidad de la fauna, los diferentes colores de las aguas de los ríos… Nos dimos cuenta de la importancia de la fuerza y dinamismo de la naturaleza, cuando muchas veces tuvimos que parar por causa de la “tempestad” (que llaman BANZEIRO!).
Sentimos de cerca como es la vida cotidiana del pueblo Riberano, ¡en lo que se refiere a sus alegrías, esperanzas, fe, resistencia, dificuldades y algunas conquistas!
ALABAMOS A Dios, ¡por esta experiencia junto a los pueblos Riberanos! En este tiempo de Sinodalidad, “Nuevos Caminos para la Amazonia”, pidamos al Señor de la Mies que envíe operarios y operarios capaces de dar respuestas a la realidad de Evangelización en la Amazonia.
Por la Hna. Liete Rosa – RMNSD, 16 de octubre de 2019.