La Madre María Miguel era extremadamente piadosa, como se desprende de sus escritos y del testimonio de las personas que vivieron con ella. Así, Sor Juana de Chantal escribió:
«Era una mujer sencilla, sin pretensiones, piadosa, ferviente; una gran amiga de Jesús Sacramentado, una mujer eucarística. Vivía con el espíritu orientado hacia lo alto. Mientras actuaba, balbuceaba siempre jaculatorias, como: «Mon Jesus, ayez pitié de nous». (Marie, Mére des vertus, préparez mon coeur pour recevoir Jesus». (María, Reina de las virtudes, prepara mi corazón para recibir a Jesús). Como María al pie de la Cruz, con los ojos vueltos hacia su Divino Hijo y el corazón palpitante de amor por la salvación de la humanidad, la Madre Miguel dedicó su vida, con la mente vuelta hacia las cosas de lo alto y el corazón lleno de entrega para entregarse en lo que fuera necesario a fin de apoyar a la Madre María de Jesús en sus graves y serias empresas por el bien de la Congregación. Fue compañera de la Madre en todo momento, fácil o difícil, agradable o desagradable. Tuvo que sufrir mucho para ver realizado el trabajo de la Congregación. Era muy activa en su trabajo y mostraba un espíritu de sacrificio.
El 1 de enero de 1927, Madre Maria Miguel fue a vivir a Santa Bárbara, Minas Gerais, donde junto con otras Hermanas, se hizo cargo del Asilo «Nossa Senhora do Perpétuo Socorro», formando parte de su administración. Esta casa tiene un significado especial para la Congregación, porque fue el lugar donde la Madre María Miguel fijó su «tienda misionera» para realizar un trabajo muy hermoso con los más necesitados de la ciudad y alrededores. Allí mismo la Madre María Miguel – como era comúnmente llamada – fue siempre el «PUNTO DE APOYO» para la Madre María de Jesús, en todas las dificultades vividas por la Congregación.
Madre María Miguel vivió en Santa Bárbara hasta su muerte, el 26 de abril de 1961, con un breve intervalo de cinco años que permaneció en Belo Horizonte.
Extracto del libro: Memoria de la Vida de Emma Poyet – En la Vida Religiosa: Madre María Miguel del Sagrado Corazón, de las Hnas. Fonseca y Marlene Maria da Silva. Belo Horizonte, 2021.