Como peregrinos de la Fe, más de 200 jóvenes de los cinco sectores de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Guidiguis se reunieron del 20 al 22 de agosto para rezar y compartir sus experiencias de Fe. Recorrieron largas distancias a pie, en grupos, cantando, bailando, llevando sus mochilas y esteras para dormir. Algunos caminaron hasta siete kilómetros para llegar al lugar de la reunión, ya que en esta región hay falta de transporte. Se reunían bajo los árboles para las charlas y los debates y, por la noche, se iban a dormir al suelo del aula de la escuela cercana.
Los jóvenes del extremo norte de Camerún tienen un sol en el alma, son gente de camino, no se quedan en un sitio, tienen una voluntad incalculable de caminar y también de sumergirse en el proyecto y la experiencia de la bondad de Dios. No dudan en comunicar las bienaventuranzas y los obstáculos de sus sueños. Estes jóvenes son misionero, no se queja de la lluvia ni del calor y el polvo, y no elige la comida, se alimenta de lo que tiene y casi siempre una vez al día.
Invitados por la invitación «Joven cristiano, ¿cuál es el modelo de tu juventud?», se reunieron para profundizar en su fe, un momento para ampliar el espacio de Dios en sus corazones, con un tiempo de vigilia y adoración. Reflexionaron sobre la integralidad y el arraigo de su vida; cómo ser jóvenes cristianos al servicio de la fe y marcar la diferencia en el mundo; cómo vivir su cultura que es vida y soporte de su fe; tener a Cristo como lo único necesario para su vida… tomando conciencia de que como cristianos tienen la responsabilidad de la evangelización de su pueblo deben aprender a manejar su voluntad y hacer todo por Cristo, con Cristo y en Cristo.
Tras un animado juego de preguntas bíblicas, llegaron a la conclusión de que un buen cristiano es aquel que vive lo que cree, da testimonio de su fe y marca la diferencia en la sociedad y en el mundo.
Confiaron a María el camino de su vida, en la disponibilidad de «¡Aquí estoy!».
Y concluyeron el encuentro con la Celebración Eucarística y el reparto de bil-bil, bebida tradicional del Pueblo Tupuri.