La Comunidad Dom Jaime surgió en Río de Janeiro en 1948, período de los primeros contactos de las Religiosas Misioneras de Nossa Senhora das Dores con Don Jaime de Barros Câmara, Cardenal Arzobispo de la ciudad. En 1951, amablemente, él abrió los brazos y el corazón para acoger al Noviciado a su Arquidiócesis.
En 1976, al instalar la Casa General en Río de Janeiro, las Hermanas, en un gesto de gratitud a este gran benefactor, dieron a esta Comunidad su nombre.
La Casa General ha cambiado de dirección algunas veces. El 28 de agosto de 1984 la trasladaron del barrio Brás de Pina a Jacarepaguá.
En 1995 tuvo lugar el último traslado. Con autorización del Arzobispo de Río de Janeiro, Don Eugênio Sales, la Comunidad Dom Jaime se trasladó de la “Ciudad Maravillosa” a las montañas de Minas Gerais y llegó al barrio Padre Eustáquio en Belo Horizonte, acogida por Don Serafim Fernandes de Araújo, en aquel entonces Arzobispo de la Arquidiócesis de Belo Horizonte. Pese a los cambios, el nombre de la Comunidad Dom Jaime no se ha cambiado. Esta será siempre la forma más profunda de expresar a Don Jaime, la gratitud filial. Su bondad paternal fue una de las mayores bendiciones que experimentó la Congregación en los primeros años de su existencia.
La misión de la Comunidad Dom Jaime es servir a la Congregación en comunión con todas las Comunidades. Esta comunión se expresa en el servicio a las Hermanas en los diferentes frentes misioneros.
