SÍ de María

ADVIENTO – tiempo de espera devota y gozosa

María es la clave de nuestra expectativa de la primera venida de Cristo y su venida escatológica.

SÍ, una palabra tan simple que conlleva grandes y significativas expresiones del ser humano, fuerza y ​​dinamismo que lo mueve y lo abre para descubrir y hacer del Otro el centro de su vida. Y en Él, los hermanos, los demás. Mire y vea más allá de usted mismo.

Cuando mi ser se abre, el SIM fluye libremente, expandiendo mi mundo interior hacia Dios, dándole la libertad de actuar sobre mí. El SÍ debería darme la conciencia y la dimensión de «dejarme conducir».

María estuvo y es genial, porque supo decir SÍ, sin miedo a sus consecuencias. Porque, al abrirse, entró Dios y llenó todo el espacio de su ser e hizo en él sus maravillas. Fue un SÍ en su totalidad. Un acto de fe profundo que da libertad a la acción de Dios.

Se entrega sin disculpas, sin condiciones, sin reservas al anuncio que recibe del ángel Gabriel. A ella no le importa lo que vendrá. Simplemente se rinde, confía, acepta y rompe en un gran rincón de gratitud.

¡Ah, si pudiéramos decirle SÍ a Dios con toda la intensidad como lo hizo María! ¡El mundo tendría otra cara!

De hecho, la Encarnación de Dios tomaría forma en nuestro cuerpo y ningún mal tendría lugar para actuar.

Reflexionemos y preguntémonos:

– ¿Qué espacio tiene Dios para ser Dios en mí?

– ¿Qué tal pedir “el deseo de desear” vivir esta realidad en la dimensión de la espiritualidad ignaciana?

 

Inez de Carvalho
Graduado y Postgrado en Comunicación, de la PUC / Minas
Licenciada en Teología por FAJE