El mes de noviembre estuvo marcado por muchas y profundas experiencias: encuentros, reflexiones, intercambios y compromiso con las reivindicaciones de las causas indígenas del pueblo Anacé.
El día 20 se celebró una reunión con mujeres indígenas y el tema sobre el que se reflexionó fue la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la Ley Maria da Penha. Asistieron unas 60 mujeres que trazaron nuevos caminos y estrategias para garantizar una vida sin violencia. Tomaron algunas decisiones, formaron una red de apoyo entre ellas para protegerse y ayudarse contra la violencia doméstica; también se comprometieron a seguir reflexionando sobre los derechos de las mujeres y a exigir que la Ley de Protección sea más eficaz y eficiente en el Estado.
El día 27 tuvo lugar un encuentro de la Juventud Indígena Anacé en el que participaron 65 jóvenes en representación de los 24 pueblos anacé. El antropólogo responsable del Grupo de Trabajo para el estudio antropológico de la tierra indígena anacé contribuyó al contenido temático. Ese día, por la tarde, los jóvenes asumieron algunos compromisos: seguir trabajando en la formación de los jóvenes dentro de los pueblos y organizar dos encuentros al año; seguir firmes en la lucha por el territorio demarcado, la educación diferenciada y la salud. Se nota la madurez y la responsabilidad de estos jóvenes. Son conscientes de que son responsables de los cambios y desempeñan un papel protagonista junto con los antiguos troncos para la creación de la sociedad del Buen Vivir. Una de las formas de combatir la injusticia y la exclusión es formar a los jóvenes. Invertir en su compromiso político, religioso y social y motivar su articulación para el cambio del orden que genera la violencia, el odio, la falta de respeto, construyendo una sociedad justa e igualitaria donde se respeten los derechos de todos.
Por Hna. Geralda Miranda – RMNSD
