El Pacto Educativo Global fue diseñado por el Papa Francisco en 2019, y llama a todas las naciones a construir el futuro del planeta, señalando la necesidad de invertir en los talentos de cada persona, “porque todo cambio necesita un camino educativo para generar una nueva solidaridad sociedad universal y acogedora”, dice el mensaje del Santo Padre.
Pero fue en 2020 cuando el Papa Francisco propuso la celebración de un Pacto Educativo Global, involucrando a toda la sociedad para que se renueve la pasión por una educación más abierta e inclusiva para las generaciones futuras.
Abriendo su discurso con la frase “Creemos que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite, a lo largo del tiempo, de generación en generación”, expresa el Pontífice el deseo de realizar un evento mundial, con el objetivo central de construir un camino común. Nos invita a reavivar nuestro compromiso con las generaciones más jóvenes, renovar nuestra pasión por una educación más abierta e inclusiva, capaz de escuchar con paciencia, diálogo constructivo y entendimiento mutuo.
En sus palabras, el Papa nos invita a todos los interesados en la educación a reflexionar y poner en práctica siete principios, en los que debemos concentrar todos nuestros esfuerzos:
- Situar a la persona, su valor, su dignidad en el centro de cada proceso educativo para poner de manifiesto su especificidad, belleza, singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que lo rodea, rechazando estilos de vida que favorezcan la difusión de la cultura del descarte;
- Escuchar la voz de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a quienes transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y paz, una vida digna para cada persona;
- Fomentar la plena participación de las niñas y los jóvenes en la educación;
- Ver en la familia el primer e indispensable sujeto educativo;
- Educarnos y reeducarnos para la aceptación, abriéndonos a los más vulnerables y marginados;
- Comprometerse en el estudio para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral;
- Guardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios e invirtiendo en el uso exclusivo de energías renovables que respeten el medio humano y natural, de acuerdo con los principios de subsidiariedad y solidaridad y economía actual.
Ser parte de un Pacto Educativo Global es comprometerse con estos siete principios. Es en este sentido que reforzamos a todos los colaboradores, la invitación a ponerlos en práctica en los diversos campos de acción de la misión de las Religiosas Misioneras de Nuestra Señora de los Dolores.
Por Neuza Aparecida Silva – Coordinadora de Procesos Pedagógicos de la Red Nuestra Señora de los Dolores